El pasado 16 de octubre, Boeing y la Fuerza Aérea de Estados Unidos hicieron historia al realizar con éxito una prueba de lanzamiento de un nuevo misil con capacidad para perturbar o inutilizar los sistemas electrónicos de un enemigo de forma remota, a la vez que se causan pocos o ningún daño colateral.
Un reciente artículo de opinión del representante Michael Turner (R-OH) llamaba la atención sobre la falta de claridad del presidente Obama respecto a su estudio de implementación de la Revisión de la Posición Nuclear de Estados Unidos. De hecho, el estudio lleva un retraso de alrededor de 11 meses.