El experto de Heritage Hans von Spakovsky, excomisionado de la Comisión Federal Electoral (FEC), dijo que las acciones de la administración “muestran cómo se utilizaron los fondos del contribuyente para propósitos groseramente políticos — es un claro abuso del poder del gobierno y otro signo de la ausencia de brújula moral de esta administración”.
El verdadero Washington tiene todavía mucho que enseñarnos, en particular en lo que se refiere a la presidencia, la política exterior y la libertad religiosa. Aunque mucho ha cambiado en los pasados dos siglos, su sabio consejo y su conducta en el cargo no han perdido nada de su relevancia, fundamentados en los inmortales principios fundacionales y en una sobria valoración de la naturaleza humana.
Hace hoy tres años, el presidente Barack Obama firmó y promulgó como ley su paquete de estímulo de un billón de dólares, una medida que él prometió que salvaría o crearía tres millones de empleos para finales de 2010 y que impediría que el desempleo subiese más del 8%. Y aunque hoy el presidente probablemente alegaría que gracias a sus esfuerzos la economía de Estados Unidos está creciendo, no le crean. Se ha pronunciado el veredicto: La Obamanomía, o sea la economía a lo Obama, ha fracasado.