La libertad económica —la capacidad de los individuos de tener control sobre los frutos de su trabajo y la capacidad de seguir sus sueños— es central para la prosperidad en el mundo. Heritage y el Wall Street Journal miden la libertad económica estudiando sus principales pilares: el imperio de la ley, el gobierno limitado, la eficiencia de las regulaciones y los mercados abiertos. Cosas como los derechos de propiedad, no sufrir la corrupción, el gasto gubernamental, el libre comercio, las políticas laborales y la capacidad propia de invertir en negocios y poder crearlos son todos factores en la libertad económica de un país.