Dos investigadores pertenecientes a la Comisión de Evaluación de la Amenaza de un Ataque de Pulso Electromagnético (EMP) contra Estados Unidos, ordenada por el Congreso en 2010, defienden el punto de vista de proteger a Estados Unidos frente a un posible ataque EMP por parte de terroristas o de algún estado paria mediante armas nucleares y cuyas consecuencias serían catastróficas.
Harían falta sólo 33 minutos para que un misil lanzado desde cualquier parte del mundo alcanzase Estados Unidos. Se trata de una posibilidad que da que pensar en un momento en el que Corea del Norte está provocando a Estados Unidos con amenazadores videos de propaganda acerca de sus capacidades nucleares e Irán está también avanzando en su programa nuclear.
Ayer, el presidente Obama nombró a un nuevo embajador en Libia para suceder a Christopher Stevens, que fue asesinado en el atentado terrorista de Bengasi del pasado 11 de septiembre. Seis meses después de ese atentado (y dos investigaciones federales más tarde) seguimos disponiendo de una cantidad de información alarmantemente escasa sobre el suceso.