Si al sobreendeudamiento le añadimos los aumentos de impuestos con que amenaza el presidente, su Obamacare, su incesante entrometimiento en los negocios [ya sea a través de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) o de la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRB)] y la incertidumbre que estas iniciativas generan, todo eso está lastrando el crecimiento, la inversión y la creación de empleos hoy en Estados Unidos.
Cuba y Venezuela siguen haciéndose de la vista gorda con el tráfico humano. La mala economía de Cuba ha empujado a muchas mujeres jóvenes hacia la industria de la venta sexual. Se ha sugerido que el gobierno cubano promueve incluso el turismo sexual como una fuente de dinero extranjero que mantiene al régimen comunista a flote.