Tras las elecciones de noviembre, cuando el partido del presidente Obama perdió el control de la Cámara , Obama dijo a América que donde no pueda legislar, regulará administrativamente. Y ese parece ser el modus operandi de la administración: si el Congreso se rehúsa a acatar la agenda de Obama, el mecanismo burocrático del presidente hará sus propias leyes.
Los principios fundacionales en los que se basa Estados Unidos deben guiar tanto su política exterior como interior. Por supuesto, los principios no dictan políticas precisas y no se manifiestan en la misma forma fuera que dentro. Esto es porque América es una nación de leyes que asigna al gobierno federal poderes amplios pero limitados.