La semana pasada, la secretaria de Estado Hillary Clinton realizó una breve visita al Cairo y Alejandría, donde la persiguieron con varias manifestaciones antiamericanas. Los manifestantes lanzaron tomates a la caravana de vehículos de Clinton y gritaron “¡Mónica! ¡Mónica!”, en referencia a la aventura extramatrimonial de su esposo. Sin embargo, lo que resultó más inquietante fue que varias protestas estuvieron organizadas por egipcios que la denunciaban por respaldar a los Hermanos Musulmanes.
Según el Índice de Libertad Económica, en los dos últimos años, Canadá ha sobrepasado a Estados Unidos hasta convertirse en el país más libre de Norteamérica. Mediante medidas tales como reducir el gobierno y rebajar su tipo del impuesto de sociedades, Canadá ha restablecido su dinamismo económico y ha reducido el desempleo.
Las temidas palabras “Eso va en contra de la ley Smith-Mundt” causan un efecto escalofriante sobre la transparencia. No existe absolutamente ninguna razón por la que los americanos no deberían poder acceder a la información que el gobierno de Estados Unidos difunde al resto del mundo cada día. Puede que a los americanos les guste lo que oigan y vean. O puede que no. Pero se merecen la oportunidad de estar informados.
Debido a la amenaza de Moscú de utilizar su derecho a veto por tercera vez para bloquear las acciones de la ONU en relación a la crisis siria, la estrategia simplista de poder blando usada por la ONU y de la administración Obama para resolver la crisis los está haciendo cada vez más irrelevantes respecto a la situación sobre el terreno en Siria.