El presidente Obama dice que éste es un “año de acción” y anoche dejó muy claro de qué acción estaba hablando.
Tras indicar recientemente que tiene un lapicero y un teléfono y que los puede utilizar para hacer cambios sin la ayuda del Congreso, Obama volvió a la carga con la promesa de llevar a cabo acciones ejecutivas allí donde los legisladores no satisfagan sus exigencias.
¿Estamos en la antesala del discurso sobre el Estado de la Unión más decepcionante de la historia? Muy probablemente sí. Al menos en ediciones anteriores había un elemento de suspense en cuanto al verdadero contenido del discurso ante esta sesión conjunta del Congreso televisada a nivel nacional. Pero no, esta vez no.
Los presidentes pintan castillos en el aire en sus discursos sobre el Estado de la Unión. Pero si el presidente Obama (y el Congreso) estuviera dispuesto a “remangarse” (otra expresión habitual del discurso sobre el Estado de la Unión) y a trabajar sobre algún aspecto tangible y positivo para los americanos, los expertos de la Fundación Heritage le ofrecen unas cuantas ideas.