El matrimonio se basa en la verdad de que hombres y mujeres son complementarios, en el hecho biológico de que la reproducción depende de un hombre y una mujer y en la realidad de que los hijos necesitan una madre y un padre. Redefinir el matrimonio no amplía sin más la actual forma de entender el matrimonio; rechaza estas verdades.
Comentábamos a principios de esta semana acerca de las formas en las que Obamacare desincentiva el matrimonio y el trabajo. Pero éstos no son los únicos valores tradicionales que socava.
Obamacare va en contra de dos valores que deberían ser absolutamente obvios: priorizar a los ciudadanos americanos sobre los no nacionalizados y priorizar la ayuda a los discapacitados sobre la ayuda a los adultos físicamente aptos.
¿Las ha visto? Nos referimos a las guías sobre cómo hablarle a su familia acerca de Obamacare durante las fiestas.
Es cierto, Organizar América (OFA), el grupo de campaña del presidente Obama, está realizando una gran ofensiva denominada “La atención médica durante las fiestas”, que insta a la gente a “tener una conversación” con sus seres queridos acerca de cómo conseguir un seguro médico. El Washington Post también publicó una “Guía para sobrevivir a los debates sobre Obamacare en Acción de Gracias”.
El día 21 de noviembre por la tarde, el Senado aprobó un cambio de reglas que en la práctica eliminará el uso del filibusterismo contra los nombramientos judiciales y del poder ejecutivo. Según las antiguas reglas, los senadores podían debatir si confirmar o no un nombramiento hasta que 60 miembros votaran para solicitar el fin del debate. Ese día, el líder de la mayoría Harry Reid (D-NV) logró rebajar ese umbral a una mayoría simple de 51 votos, votando el Senado por 52 a 48 a favor de realizar el cambio.
Se nos dijo que se pretendía que Obamacare fuera compasivo con los americanos en situación de necesidad.
Pero aunque puede que el presidente Obama y sus colegas progresistas tuvieran la mejor de las intenciones al forzar la aprobación de Obamacare en el Congreso, las normativas de esta ley no son para nada compasivas con quienes no tienen seguro médico ni con aquellos americanos con ingresos bajos o modestos.