Con millones de americanos acudiendo hoy a depositar sus votos y las últimas encuestas mostrando todavía que estamos ante una contienda igualada, todos deberíamos esperar que cualquiera que sea el candidato vencedor de las elecciones presidenciales, lo haga con un margen decisivo e indiscutible. De otra manera, nos podríamos enfrentar a polémicos recuentos, a litigios sin precedentes y a un largo retraso para poder saber quién será nuestro próximo presidente.
En el 50º aniversario de la Crisis de los Misiles de Cuba de octubre de 1962, sólo uno de los líderes políticos decisivos involucrados en la misma se mantiene todavía en el poder. A la edad de 86 años, Fidel Castro prácticamente ha desaparecido y no ha sido visto en público desde hace meses. Su lugar al mando de los destinos de Cuba ha sido asumido por su hermano Raúl Castro, de 81 años, que también tuvo una participación de alto nivel en la crisis de octubre de 1962.
El 14 de octubre de 1962, los responsables políticos de Estados Unidos se enteraron de que la Unión Soviética estaba construyendo en Cuba bases para misiles que habrían permitido a Moscú atacar cualquier lugar del territorio continental de Estados Unidos en cuestión de minutos. Por ejemplo, los expertos de la Fundación Heritage Michaela Bendikova y Baker Spring nos recuerdan que “Fidel Castro y el Che Guevara animaron a los soviéticos a usar misiles balísticos estacionados en Cuba para atacar a Estados Unidos”.