Desde finales del año pasado, los trabajadores de Bangladesh se han visto acosados por una tragedia tras otra. Primero fue el incendio de noviembre en una fábrica en el que murieron más de 100 trabajadores del sector textil. Después, el hundimiento del mes pasado en un complejo textil que mató a más de 1,000 personas. Ahora, para colmo de males, la administración Obama está amenazando con subir los aranceles que aplica Estados Unidos a los productos que compramos a Bangladesh.
El de cupones para alimentos es un programa enorme que necesita una supervisión cuidadosa. El gasto en cupones para alimentos se ha duplicado con la administración Obama y la participación en el programa está ahora en su máximo histórico. Los reclutadores del programa incluso celebran partidas de bingo y otras “fiestas” para tratar de incorporar más personas a las listas de beneficiarios de los cupones para alimentos.
Como gastamos más de la cuenta —en otras palabras, el gobierno gasta más de lo que los contribuyentes aportan— tenemos que estar oyendo cosas como que “hay que volver a subir el límite de la deuda”. Si parece que cada dos por tres estamos con el mismo tema. Pues sí, es que lo estamos porque nuestros políticos nunca arreglan el problema de la deuda de Estados Unidos.
El día 15 de mayo se cumplió el primer aniversario de la puesta en marcha del Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y Colombia (FTA). Durante estos 12 meses, un creciente número de empresas de ambos países han tomado medidas para sacar el máximo rendimiento a las nuevas oportunidades para el libre flujo de productos, servicios e ideas creado por este pacto comercial.