Con el tratado de libre comercio ya en marcha, Colombia y Estados Unidos pueden aspirar juntos a unos lazos cada vez más fuertes y mayor certidumbre de que unos mercados abiertos y movimientos más libres de bienes, servicios e inversiones cimentarán las relaciones mutuas de estas dos naciones democráticas. Esa sí es una razón para celebrar.
Desde el comienzo de la recesión, el mundo académico, prestigiosas instituciones internacionales y la mayoría de los funcionarios públicos presionaron para que se llevara a cabo un masivo gasto en estímulo económico. Suecia rompió la tendencia, centrándose más bien en reducir los tipos impositivos marginales y haciendo retroceder la expansión del gobierno