Aunque el Estado ha tratado de invadir la vida familiar y hasta pretender reemplazar con un cheque mensual el rol paterno en la familia, despues de casi cinco décadas de estar jugando a la ingeniería social, ha quedado demostrado y a la vista de todos que ningún programa de gobierno puede reemplazar el papel de los padres en la vida de sus hijos.
El matrimonio es la base necesaria de la familia y por tanto esencial para la existencia y bienestar sociales. La erosión de la institución matrimonial por tanto afecta a comunidades pequeñas y grandes, reduciendo la felicidad humana, debilitando la sociedad civil, produciendo consecuencias sociales negativas e imponiendo considerables costos nuevos a los contribuyentes.