El presidente Obama puede creer que la política de “reseteo” con Rusia es la maniobra correcta para cubrir importantes áreas en el campo de las relaciones exteriores, pero esa política está profundamente plagada de errores. Pone a Estados Unidos en una desventaja que no nos podemos permitir y nos obliga a dejar al margen fundamentales principios americanos de la libertad humana.
El joven californiano de 17 años Tyler Hinsley les preguntó a los candidatos republicanos: “De cada dólar que yo gano, ¿con cuánto creen Uds. que yo merezco quedarme?”… En otro evento le hicieron la misma pregunta a la demócrata Jan Schakowsky que respondió: “Voy a decirlo de esta manera, Ud. no merece quedarse con todo”.
La Constitución de Estados Unidos de América ha perdurado más de dos siglos. Sigue siendo objeto de reverencia para casi todos los americanos y objeto de admiración de pueblos en todo el mundo. Lamentablemente, la embestida de teóricos progresistas y jueces activistas del siglo XX ha logrado minar seriamente el respeto por los principios fundamentales de la nación, denigrando algunos derechos constitucionales con los que están en desacuerdo e inventándose otros.