Aunque Estados Unidos no tuvo una fundación cristiana en el sentido de la creación de una teocracia, su fundación fue profundamente moldeada por verdades morales cristianas. Más importante aún, creó un régimen que daba la bienvenida no sólo a cristianos sino también a los practicantes de otras denominaciones religiosas.
Gracias a los sacrificios y la valentía de esa gente y de los que defienden este país con sangre, es posible disfrutar de libertades y oportunidades en Estados Unidos. Es precisamente por eso que tenemos que apreciar y defender la libertad. Sólo así podremos asegurar que futuras generaciones de americanos tengan la fortuna como nosotros en vivir en este hermoso país.
Tras las elecciones de noviembre, cuando el partido del presidente Obama perdió el control de la Cámara , Obama dijo a América que donde no pueda legislar, regulará administrativamente. Y ese parece ser el modus operandi de la administración: si el Congreso se rehúsa a acatar la agenda de Obama, el mecanismo burocrático del presidente hará sus propias leyes.
Los principios fundacionales en los que se basa Estados Unidos deben guiar tanto su política exterior como interior. Por supuesto, los principios no dictan políticas precisas y no se manifiestan en la misma forma fuera que dentro. Esto es porque América es una nación de leyes que asigna al gobierno federal poderes amplios pero limitados.
Los principios enunciados en la Declaración de Independencia son las normas por las que todos los gobiernos (no sólo del gobierno de Estados Unidos) deberían ser instituidos y juzgados. Estados Unidos es la única nación que se cimienta explícitamente en los principios de la igualdad humana y los derechos naturales, pero estos principios son aplicables a todos los hombres y a todos los tiempos, como dijo Lincoln.