Estados Unidos tiene un déficit de trabajadores. De trabajadores dispuestos a trabajar. De trabajadores capaces. De trabajadores preparados o al menos semipreparados, que puedan hacer un trabajo y hacerlo bien. Hay al menos un millón de empleos por el que sus empleadores se pasan día tras día rogando para que ojalá puedan encontrar a algún trabajador que los ocupe.
El procurador general Eric Holder sufrió una enorme derrota la semana pasada en su guerra contra la integridad de las elecciones. Un juez federal rehusó emitir un amparo preliminar contra la ley de reforma electoral ómnibus de Carolina del Norte, que incluye la identificación del votante (Voter ID) además de medidas como la eliminación de la posibilidad de registrarse el mismo día de las elecciones.