Si las autoridades bangladesíes quieren realmente prevenir otra tragedia como la ocurrida en el Rana Plaza, deberían adoptar las libertades de empresa y económica. Mediante unas regulaciones eficientes, Bangladesh podría haber salvado las vidas de algunos de los trabajadores de los talleres textiles de Rana. En cambio, eligió llenar los bolsillos de los burócratas.
La confesión de un responsable del Servicio de Impuestos Internos (IRS) reconociendo que la agencia tributaria tenía en su punto de mira a los grupos conservadores del “Tea Party” no supone ninguna sorpresa para quienes trabajan con las organizaciones y líderes del “Tea Party” en el ámbito de las bases conservadoras.
Estados Unidos nació librando una guerra con la Declaración de Independencia, la declaración más importante de libertad y derechos naturales jamás hecha. Desde entonces, Estados Unidos ha sido el país más libre del mundo y se ha convertido en el más seguro gracias a un ejército equiparable a cualquier amenaza. Estados Unidos ha evitado el destino de naciones que han intercambiado libertades por promesas de seguridad, o seguridad por libertad ilimitada y que no han logrado ninguna de las dos. Sin embargo, el saludable temor de que una u otra desaparecerá ha estado presente en todas las épocas desde la Fundación. ¿Cómo debe Estados Unidos mantener el equilibrio entre seguridad y libertades civiles?
A menudo es fácil olvidar en qué punto del camino que estamos recorriendo nos encontramos. En Estados Unidos, los cimientos de nuestra sociedad y la fuente de nuestra riqueza y prosperidad están firmemente enraizados en los principios de la libertad económica. Los mercados son la fuerza más poderosa del mundo para derrotar a la pobreza, mejorar los niveles de vida y hacer que las comunidades sean más seguras, saludables y limpias.
Según el Boston Herald y otros medios de comunicación, la familia de los terroristas que atentaron contra la Maratón de Boston recibió gran cantidad de dinero y beneficios en asistencia social. Esto llama la atención sobre el principio normativo de que los inmigrantes deberían ser contribuyentes netos del gobierno y la sociedad y que no deberían ser una carga para la sociedad americana.
Hasta hoy, el presidente Obama está visitando a nuestro vecino del sur, México. En una de sus primeras declaraciones en el país azteca, Obama dijo: “Si a México le va bien a Estados Unidos le va bien”. Es algo muy cierto porque en este mundo globalizado, lo que sucede en un lugar puede fácilmente repercutir en otro, especialmente si se trata de países fronterizos como Estados Unidos y México.