Más de 150 terroristas, violadores y asesinos podrían quedar en libertad en España debido al reciente fallo del Tribunal de Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo y al que contribuyó un juez español, el socialista Luis López Guerra. Como respuesta, 200,000 españoles salieron ayer domingo a protestar bajo el lema “Justicia para un final con vencedores y vencidos” para pedir que se haga justicia.
El capitán Louis Renault se mostraba “escandalizado, escandalizado” al descubrir que se seguía jugando en “Casablanca” y lo mismo sucede con los investigadores de Naciones Unidas que examinan los abusos contra los derechos humanos en Corea del Norte. El mes pasado, una Comisión de Investigación oficial de la ONU proclamó el “escandalizado” testimonio de las “extendidas y graves violaciones” contra los derechos humanos de su pueblo por parte del régimen de Pyongyang. Pero ¿qué es más perturbador, los detalles conocidos desde hace tanto tiempo de la brutalidad de Pyongyang o que sólo ahora vaya a investigarla la ONU?
Un reciente editorial del periódico chino Global Times pedía una “desamericanización”.
Preocupados por el cierre del gobierno americano y por la perspectiva de que no se aumentase el límite de la deuda, el editorial argumentaba que Estados Unidos es demasiado irresponsable como para que se le permita seguir siendo la potencia dominante.
Las conversaciones de Ginebra han hecho que de nuevo surjan esperanzas de un avance en las conversaciones con Irán sobre asuntos nucleares, durante tanto tiempo estancadas. Los diplomáticos occidentales han expresado un “optimismo con cautela” acerca de las perspectivas de éxito tras dos días de conversaciones. No obstante, Irán no se ha movido de su desafío a los elementos clave de las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU; simplemente ha adoptado un tono más suave y diplomático.