Para proteger la infraestructura de la nación contra estas amenazas, los sectores público y privado pueden y deben fortalecer infraestructura vital para hacerla más flexible y resistente a ataques EMP. Estados Unidos también debería desarrollar un plan nacional para responder a las emergencias EMP. Esto implicaría la educación de cargos federales, estatales y locales junto con el público en general sobre los riesgos y las opciones de respuesta.