La semana pasada, Internet se vio afectada por el mayor ataque informático de la historia.
Spamhaus, una compañía anti-spam, colocó a Cyberbunker en su lista negra de empresas generadoras de correos basura. Cyberbunker respondió rápidamente con un ataque Distribuido de Denegación de Servicio (DDoS), que básicamente consiste en inundar un sistema con innumerables peticiones que lo sobrecargan hasta dejarlo inutilizado.