Los Fundadores no querían que los estados, los intereses o las industrias usaran la asamblea legislativa nacional para gravar a otros estados, intereses o industrias de manera injusta. Por tanto, la Constitución crea ciertas limitaciones para los impuestos directos e indirectos: Los impuestos indirectos están sujetos a la Cláusula de Uniformidad y los impuestos directos están sujetos a la proporcionalidad.