A finales de la semana pasada, un juez federal de Utah echó por tierra un apartado de la ley que penaliza la poligamia. La demanda la presentó Kody Brown, del programa de televisión Sister Wives. Brown es un polígamo que tiene una esposa legal y otras tres esposas en una “unión espiritual” basada en sus creencias religiosas.
Mientras duró el “cierre” del gobierno, el National Mall de Washington permaneció cerrado al público en general. Sin embargo, no todo el mundo tenía prohibido poner pie en el Mall. El Servicio de Parques Nacionales (NPS) colocó carteles indicando que ciertas partes del Mall estaban cerradas “excepto para actividades recogidas en la Primera Enmienda”.
En un correo electrónico enviado recientemente a sus seguidores, el presidente Obama se lamentaba de la frustrante falta de competencias de su cargo. “Hay tantas limitaciones a lo que puedo hacer por mí mismo” sin el Congreso, confesaba.
En términos de interpretación constitucional, tiene razón. Pero en la práctica, el presidente ha mostrado un marcado menosprecio por los límites legales de su poder.
Washington DC es el último ejemplo de “pueblo-empresa” (en el que todas las tiendas y los edificios son propiedad de la empresa que ofrece el empleo en el pueblo) de Estados Unidos y su mayor industria es el gobierno federal. De modo que aquí no se recibe bien a quien se atreva a cuestionar el tamaño y el alcance del gobierno.