Los medios de comunicación oficiales de Corea del Norte anunciaron que Kim Jong-il, el líder del país desde hace mucho, murió el sábado de “sobreesfuerzo físico y mental”. Aunque Kim tenía varios problemas de salud, especialmente tras un ictus en agosto de 2008, se le veía activo en reuniones recientes. Por ello, el sorpresivo suceso preocupa por su impacto en la transición en marcha de liderazgo en Pyongyang, la estabilidad del régimen y las políticas de seguridad y de relaciones exteriores norcoreanas.