El primer presidente de Estados Unidos, el general George Washington, advirtió así a sus conciudadanos: “Si deseamos asegurar la paz, uno de los más potentes instrumentos de nuestra creciente prosperidad, deberá saberse que estamos preparados en todo momento para la guerra”. Pocos son los que hoy en día se dan cuenta de esta conexión directa. Al paso que vamos, la preparación de la que hablaba Washington es cada día más endeble – y el enemigo lo sabe.
El experto de Heritage Patrick Knudsen explica que: “Cuanto más lo demore el Congreso, más probables son unas bruscas y repentinas reducciones del beneficio, unos impuestos tremendamente más altos, unos déficits y una deuda más profundos…o todo a la vez”. Washington no puede seguir aplazando su deber fundamental de promulgar un presupuesto y poner el gasto bajo control y no debería tratar de resolver la crisis fiscal de la nación vaciando la seguridad nacional.
Hoy en día, esto está cantado pero no está muy claro si se han enterado los que deben. Estados Unidos no puede sufrir nuevamente otro periodo de abstinencia financiera que afecte a sus fuerzas armadas. Es cierto que Estados Unidos sigue teniendo al mejor ejército del mundo, pero los drásticos recortes en defensa están poniendo en peligro ese título. La administración y el Congreso tienen que aprender del pasado y cumplir con su responsabilidad constitucional de proveer la defensa común.
Haciendo profundos recortes en defensa no es la forma de mantener la ventaja ante los rivales ni defender a la nación. “Las civilizaciones mueren por suicidio” decía el historiador y filósofo británico Arnold Toynbee. ¿Será que estamos transitando ya este camino? En la Fundación Heritage seguimos siendo tan optimistas como siempre y creemos en la fortaleza de los valores americanos. Por eso hemos ofrecido una solución en el Plan de Heritage: Para Salvar el Sueño Americano.
Los comentarios del secretario de Defensa Leon Panetta la semana pasada fueron muy reveladores de la mentalidad de la administración Obama sobre el régimen legal que gobierna las decisiones de América a la hora de usar sus fuerzas. Durante la sesión ante el Senado, el secretario Panetta afirmó repetidamente que Estados Unidos necesitaba el “permiso” de organismos y organizaciones internacionales como base legal para usar la fuerza militar, citando el apoyo de la OTAN o una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como ejemplo de tales “bases legales” para actuar.¿Son “legal” y “legítimo” sinónimos?