Las temidas palabras “Eso va en contra de la ley Smith-Mundt” causan un efecto escalofriante sobre la transparencia. No existe absolutamente ninguna razón por la que los americanos no deberían poder acceder a la información que el gobierno de Estados Unidos difunde al resto del mundo cada día. Puede que a los americanos les guste lo que oigan y vean. O puede que no. Pero se merecen la oportunidad de estar informados.
La OEA, con Estados Unidos y los auténticos partidarios de la democracia representativa (incluido, esperemos, un Brasil aunque con inclinaciones izquierdistas), deberían trabajar para reconducir la situación hacia unas elecciones libres y justas y aunar el respaldo y el consenso interno dentro de Paraguay para una transición no conflictiva hasta las elecciones así como hacia la restitución del orden y la estabilidad en un país con problemas en su democracia.