No hay manera de predecir cuál será el resultado de las elecciones de 2012. Pero serán un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos: O bien nuestros líderes guiarán al país aún más lejos por el camino del “progresismo” o bien comenzarán un largo y lento retorno hacia los principios de la Fundación Americana. Para ayudar a nuestros líderes a tomar las opciones correctas, la Fundación Heritage ha marcado un hito con la publicación llamada Changing America’s Course (Cambiando el rumbo de Estados Unidos).
Aquellos que hoy esperaban buenas noticias económicas desde Washington, se encuentran con una horrible decepción. Según el más reciente informe de empleo por parte del Departamento de Trabajo, la economía creó sólo 69,000 empleos en mayo (bastante por debajo de las expectativas) a la vez que la tasa de desempleo subió hasta el 8.2% y las cifras de empleo desde marzo y abril fueron revisadas a la baja de manera significativa.
A Obama le gustaría ser visto como alguien que reduce los impuestos y que ha demostrado templanza fiscal, pero también quiere seguir poniendo más impuestos y gastando. Pero tan cierto como que las manzanas caen del árbol hacia abajo, no hacia arriba, el presidente Obama es un gran despilfarrador que ha hecho cualquier cosa menos mostrar templanza fiscal. Simplemente, hay algunas leyes de la naturaleza que no pueden ser negadas.
el país del mundo que encabezó la lista de acreedores del año pasado no fue China. Y ciertamente no fue Estados Unidos. Fue Japón y puede que Ud. recuerde noticias como: “Japón no ha crecido durante los últimos 20 años”. Nadie piensa que Japón se esté apoderando del mundo, más bien al contrario: Japón está bajando puestos en las clasificaciones de las potencias económicas globales. ¿Cómo puede estar haciéndolo tan mal el mayor acreedor del mundo?
Si el pasado es prólogo, la obsesión actual con el gasto deficitario keynesiano como estímulo desaparecerá, como siempre lo ha hecho en el pasado, tanto en este país como en otros lugares. Tal vez este sencillo artículo del Washington Post marque el comienzo del fin de la más reciente encarnación de este disparate fiscal.
La encuesta indica que casi tres cuartas partes de los jóvenes americanos entre 18 y 29 años pospondrán los acontecimientos importantes de la vida asociados con el Sueño Americano, por ejemplo, la compra de una casa, la preparación para la jubilación, seguir educándose, casarse y tener hijos. La encuesta también muestra que el 76% aboga por un menor gasto federal y más de la mitad está de acuerdo en que el crecimiento económico sucede con menos regulación gubernamental y una menor tasa impositiva a las ganancias.