Todos los sábados, Libertad.org presenta La Caricatura de la Semana en la que su genial autor, Glenn Foden, ilustra pasajes de la vida política de la nación. Esta semana: Poción milagrosa.
La política respecto a Medio Oriente del presidente Obama continúa desenvolviéndose con peligrosas consecuencias para los intereses nacionales de Estados Unidos y los de sus aliados. El pasado lunes, el movimiento palestino Hamás, de carácter islamista y extremista, se integró en un gobierno de unidad nacional con su movimiento rival, al-Fatah, la facción dominante dentro de la Organización para la Liberación de Palestina.
Estados Unidos tiene una sólida tradición en la defensa de los disidentes políticos y religiosos. Ya sea el motivo del silencio de Estados Unidos el que esta tradición se haya quebrantado o bien se deba a la titubeante política de la administración para Medio Oriente, una cosa es segura: Podemos y deberíamos hacerlo mejor.
Es improbable que Israel y Palestina alcancen un verdadero acuerdo de “paz” si no hay más temas sobre los que puedan estar de acuerdo. El secretario Kerry debería tener cuidado de no crear la expectativa de que estas conversaciones van a ser diferentes simplemente porque Estados Unidos tenga nuevos negociadores. De hecho, debería aprender de los errores del pasado.