Al mirar el continente americano podemos ver cómo muchos de los países que la componen han comenzado, o ya han caído, en el populismo, ideologización y demagogia, lo cual plantea un gran desafío para quienes creemos en la promoción de la libertad, el gobierno limitado y la responsabilidad individual ya que su resultado es la prosperidad.
Pero, ¿por qué países que en el siglo XIX inicialmente se inspiraron en el liberalismo clásico acabaron en estas circunstancias?
No ponga mucha fe en la idea de que los políticos en general saben de economía. Muchos ciudadanos lo creen y se basan en la premisa de que “por algo los habrán elegido, si no, no estarían ocupando el cargo…” Pero la realidad es otra, mire a la pobre Venezuela o el giro negativo que está dando el hasta ahora próspero Chile.