Hemos visto los resultados de esa teoría en la dirección a la que Estados Unidos se dirige. Incluso el presidente reconoce que el país está en graves aprietos, aunque rehúsa aceptar que él tiene el privilegio y la responsabilidad de hacer algo al respecto. Y desgraciadamente, a pesar de que él tiene el poder de ayudar a sacar al país de su crisis fiscal, constantemente ha rehusado hacerlo. Sin embargo, está criticando a aquellos que están tomando la iniciativa con soluciones reales para el pueblo americano.
El plan Para Salvar el Sueño Americano de la Fundación Heritage ofrece un plan de acción que todas las propuestas presupuestarias deberían seguir: Cambiar y simplificar el código tributario, reducir el gasto burocrático y regulador así como comenzar a reformar Medicare, el Seguro Social y Medicaid, de modo que aquellos que más lo necesiten puedan contar con ellos. Es una buena señal que las voces conservadoras en Washington estén proponiendo ideas para ayudar a impedir el desastre fiscal de Estados Unidos. Ahora es el momento de que el Congreso obre en consecuencia.
Ryan ha presentado un plan serio que merece seria consideración. Su presupuesto establece opciones normativas importantes, recortes de gasto, reforma de los derechos a beneficios y evita subidas de impuestos. También esboza una reforma fiscal que fortalece la economía y por ende fortalece aún más las finanzas públicas a través de un crecimiento orgánico de los ingresos. Esto representa verdadero progreso para abordar los desafíos económicos y fiscales de la nación. El Congreso y el presidente deberían avanzar ahora para lograr un verdadero consenso que logre materializar todo lo que el plan de Ryan sugiere y más.