Ud. debería hojear las ediciones más recientes de la Estrategia de Seguridad Nacional y la Revisión Cuadrienal de Defensa (QDR), pues éstos son los documentos que describen cómo concibe el presidente Obama el uso de las políticas exterior y de defensa para que Estados Unidos siga siendo seguro, libre y próspero en un mundo que cada vez parece más hostil a los intereses de Estados Unidos.
Mucha gente cree que el discurso del presidente Obama dio en West Point trató exclusivamente de política. Al establecer falacias del hombre de paja y luego desmontarlas, el presidente se definió básicamente a sí mismo por lo que no es. No es un aislacionista. No es un belicista. Y por supuesto, nadie afirma seriamente que sea una cosa o la otra. Como tampoco estos posicionamientos extremos son verdaderas opciones estratégicas para el mundo real.
Mientras otros países, como China, invierten cada vez más en sus recursos de defensa nacional, Estados Unidos parece haberse decidido a renunciar a su poderosa ventaja en este terreno. Como afirmó en 1790 el primer presidente de la nación, el general George Washington, “el medio más eficaz para preservar la paz” es “estar preparados para la guerra”. La pregunta hoy es, si con la política de defensa de la administración Obama, nos estamos autodesarmando.