Todos los sábados Libertad.org presenta La Caricatura de la Semana en la que su genial autor, Glenn Foden, ilustra pasajes de la vida política de la nación. Esta semana: La calma antes de la tormenta.
En su discurso de ayer el presidente Obama tuvo que caminar en la cuerda floja para balancear la narrativa entre echarse flores por el progreso económico y admitir que los americanos ven una economía débil, estancada apenas salen a la puerta de casa.
Pero hay una explicación más simple y más fáctica: En realidad, los indicadores económicos no son tan buenos.
Teniendo en cuenta el débil crecimiento económico del país, de sólo un 0.1% el trimestre pasado, merece la pena reflexionar sobre las iniciativas de recuperación que tanto el presidente Obama como sus seguidores pregonan que han sido un éxito. En su mayor parte, los defensores de las políticas económicas del presidente comentan que los principales indicadores económicos (concretamente el PIB, el empleo y la bolsa) se han recuperado en gran medida desde que la recesión tocó fondo en 2009.
Los americanos podrían tener que esperar otros cinco años para ver una vuelta a un nivel de empleo normal, dado el lento ritmo de la economía de Estados Unidos. Después de cerca de cuatro años en el cargo, el presidente Obama ha estado a la cabeza de la peor recuperación económica desde los años 60.