Recientemente, destacados demócratas así como un líder sindical han revelado públicamente sus inquietudes sobre Obamacare. Con su total implementación justo a la vuelta de la esquina, es probable que aumente el número de desertores de Obamacare a medida que la gente vaya siendo cada vez más consciente de sus devastadoras consecuencias.
Ampliar Medicaid será costoso para la mayoría de estados de Estados Unidos. Los autores de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA), más conocida como Obamacare y que cumple ya tres años, amenazaron con quitarle todo el financiamiento federal a los estados por los programas de Medicaid si se negaban a ampliar los beneficios.
Es el tercer aniversario de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA), más conocida como Obamacare. Aunque muchas partes clave de Obamacare —incluyendo algunos de sus aumentos de impuestos y mandatos— no entrarán en vigor hasta el próximo año, los americanos están sintiendo ya muchos de sus cambios.
Mientras los miembros del Congreso están discutiendo sobre dejar de financiar ciertas partes de Obamacare, a los estados ya les ha llegado la hora de la verdad. Los gobernadores y las asambleas estatales están teniendo que tomar decisiones muy complicadas para poder establecer los sistemas especializados de atención médica del gobierno y ampliar el programa de Medicaid.
Al igual que Medicare, Medicaid también necesita desesperadamente una reforma si ha de continuar sirviendo a las personas para las que fue diseñado. Cerca de un tercio de los doctores de Estados Unidos ya están optando por no tratar a los pacientes de Medicaid, puesto que sus costos sobrepasan lo que el programa paga por la atención ofrecida.