Para mejorar la ciberseguridad, la nación no se merece una solución que se haga a la carrera mediante una orden ejecutiva. La actual redacción de la orden ejecutiva de seguridad informática está siendo vista por algunos como la panacea, largamente esperada, para la “falta” de motivación de sectores clave de la industria para autoprotegerse. Lo cual es ridículo.
El presidente Obama cree en realidad que el gobierno federal no sólo puede desarrollar las regulaciones apropiadas para proporcionarnos ciberguridad sino que debería supervisar por completo a las empresas e infraestructuras de Estados Unidos como parte de dicha iniciativa. Como la investigación de la Fundación Heritage ha demostrado, el gobierno está repleto de fallas en lo que respecta a proteger sus propias redes. ¿Por qué puede pensar alguien que el gobierno de algún modo haría un mejor trabajo regulando el sector privado? Sr. Presidente, deje este asunto en manos del Congreso.
Mat Honan es un tipo entendido en tecnología, pero con apenas unos cuantos pedazos de información fácilmente obtenible, los hackers destruyeron de forma efectiva su vida digital. Su iPhone, su iPad y su Mac fueron completamente borrados, su cuenta de correo electrónico suprimida y su lista de Twitter usada para enviar mensajes vulgares. Por suerte, los hackers no estaban interesados en sus cuentas bancarias, sino simplemente en piratear por diversión, lo que se conoce como “lulz”.