Ciertamente, ni siquiera con la retirada de Estados Unidos de Irak y Afganistán se habrá convertido el mundo en un lugar más seguro. Corea del Norte continúa avanzando en sus capacidades de misiles balísticos, el conflicto en Siria se ha vuelto cada vez más violento e Irán amenaza constantemente a Estados Unidos con su programa nuclear en desarrollo y con una lluvia diaria de misiles contra uno de nuestros principales aliados, Israel.
La selección del presidente Obama para su nuevo secretario de Defensa es la equivocada. Los expertos en defensa y política exterior de la Fundación Heritage han examinado el historial de Chuck Hagel, exsenador republicano por Nebraska, llegando a la conclusión de que simplemente no tiene la experiencia y las habilidades requeridas para el cargo. Y lo que es más, su visión de la forma con la que tratar con otras naciones es peligrosa para Estados Unidos.
¿Recuerda la frase de la campaña electoral del presidente Obama de que “al-Qaeda está en desbandada”? Bien, pues la incursión terrorista en Bengasi, Libia, del pasado 11 de septiembre, le obligó a tener que tragarse esas palabras o al menos a tener que omitirlas durante el mes de octubre en su letanía de logros de cómo supuestamente había convertido el mundo en un lugar más seguro.
El pasado 16 de octubre, Boeing y la Fuerza Aérea de Estados Unidos hicieron historia al realizar con éxito una prueba de lanzamiento de un nuevo misil con capacidad para perturbar o inutilizar los sistemas electrónicos de un enemigo de forma remota, a la vez que se causan pocos o ningún daño colateral.