Ahora que el presidente Obama ya no se enfrentará nunca más a una reelección, es momento de que acabe la campaña electoral. La perpetua retórica política y las promesas ya no tienen importancia. Se necesita acción (y liderazgo) en algunos asuntos apremiantes que amenazan a Estados Unidos. El sustento, la protección y la libertad del pueblo americano están amenazados.
Tres años después de que un individuo relacionado con grupos islámicos radicales matara a 12 personas mientras gritaba en árabe “Allahu Akbar” (Dios es el más grande) una y otra vez en la base del Ejército de Fort Hood, Texas, el Departamento de Defensa de Estados Unidos aún rehúsa a denominarlo como acto de terrorismo.
Las tropas americanas en Afganistán se enfrentan a una creciente amenaza debido a los ataques “desde dentro”, en los que las fuerzas afganas, para ayudar y entrenar a las cuales están allí, están volviendo sus armas contra sus compañeros americanos, planteando serias cuestiones sobre la viabilidad de la misión de Estados Unidos en Afganistán.