AQI había sido gravemente diezmada por las fuerzas de seguridad iraquíes y de Estados Unidos en una campaña de contraterrorismo intensiva desde 2006 hasta 2011. Pero la resistente organización terrorista ha revivido y ha crecido con fuerza después de la retirada de las tropas de Estados Unidos en diciembre de 2011. Los analistas de la Fundación Heritage advirtieron repetidamente de que uno de los impactos negativos de la retirada repentina de Irak de las fuerzas armadas de Estados Unidos sería una disminución de las iniciativas contraterroristas contra AQI.
Es bueno ver que, aunque algunos representantes de la administración pueden tener una perspectiva descarriada, la inmensa mayoría del público americano tiene los pies bien puestos sobre la tierra. De hecho, Osama bin Laden ya hace bastante tiempo que se murió – un año para ser exactos. Por todo el mundo, se han desmantelado redes terroristas, se han diezmado a sus líderes y se han desarticulado campos de entrenamiento terrorista. Sin embargo, como el columnista del periódico Washington Examiner Cal Thomas expone acertadamente, “El terrorismo fluye de un sistema de creencias y una cosmovisión que no serán aplastadas simplemente porque unos cuantos líderes de al-Qaeda hayan desaparecido”.
La matanza en Francia nos recuerda que un individuo trastornado, urgido por un deseo terrorista, puede alcanzar un nivel de destrucción que muchas personas trabajando al unísono a menudo no logran. A esta dificultad se enfrentan las unidades de contraterrorismo e inteligencia a la hora de identificar a terroristas conocidos como “lobos solitarios” o terroristas que operan solos.