Éste es un día típico en la vida de Jason Greenslate: “Me despierto, bajo a la playa, estoy con mis amigos, flirteo con algunas chicas, empiezo a beber”. También toca en una banda de rock. Y vive de los cupones para alimentos.
No tiene ingresos (no está interesado en tener un trabajo) y come del dinero del contribuyente: $200 mensuales de “dinero gratis”, como él dice. “Todo pagado con el maravilloso dinero de nuestros impuestos”. Duerme en casa de amigos, familiares o con chicas. “¿Por qué no?”, pregunta. De hecho, dice que está “viviendo un sueño”.