La elección de dónde ubicar una empresa depende de varios factores. Uno de los elementos más importantes de un clima empresarial favorable es una buena política tributaria. Las empresas les deben a sus inversionistas, trabajadores y clientes poder maximizar los ingresos después de impuestos. En consecuencia, las empresas tienden a migrar hacia áreas en las que las políticas fiscales sean menos castigadoras y, con su migración, traen consigo puestos de trabajo, inversión y crecimiento económico.