Existe una gran equivocación en Estados Unidos respecto al equilibrio entre comercio y empleo. Muchos equiparan los déficits comerciales y los incrementos en las importaciones como algo negativo para el empleo. Sin embargo, no podrían estar más equivocados. En realidad, un mayor número de importaciones es signo de prosperidad y abundancia de puestos de trabajo. Cuando la economía de un país crece, se crean más empleos y la gente tiene más dinero para gastar en bienes, incluidos los importados.
El presidente Obama viaja a Medio Oriente en un periplo que incluye su primera visita a Israel desde que se convirtió en comandante en jefe. Sin embargo, este viaje llega en un complicado momento de declive del liderazgo de Estados Unidos en el extranjero y de disminución de la libertad económica y la prosperidad en el país, una lamentable combinación que las propias normativas del presidente han producido como resultado.
El nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha dejado claro que su reelección no marca una vuelta a los antiguos tiempos de corrupción y clientelismo cuando su partido (el Partido Revolucionario Institucional, PRI) y los sindicatos del sector público dependientes de este gobernaron México prácticamente sin oposición durante 70 años.
En un mundo competitivo a nivel global, la competencia es la clave. Y para que exista esa competencia es fundamental el Estado de Derecho, según Myron Brilliant, vicepresidente titular para Asuntos Internacionales de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que habló recientemente en un evento celebrado por la Fundación Heritage.