Teniendo en cuenta el débil crecimiento económico del país, de sólo un 0.1% el trimestre pasado, merece la pena reflexionar sobre las iniciativas de recuperación que tanto el presidente Obama como sus seguidores pregonan que han sido un éxito. En su mayor parte, los defensores de las políticas económicas del presidente comentan que los principales indicadores económicos (concretamente el PIB, el empleo y la bolsa) se han recuperado en gran medida desde que la recesión tocó fondo en 2009.
Mientras el Senado se prepara para votar el nuevo presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes, que elimina los recortes del embargo de fondos e incrementa el gasto, una clara mayoría de americanos de ambos partidos (el 65%) “está en firme desacuerdo con la idea de que ‘no hay más cosas para recortar’ en el gasto federal”, según una reciente encuesta realizada por Tarrance Group.