El capitán Louis Renault se mostraba “escandalizado, escandalizado” al descubrir que se seguía jugando en “Casablanca” y lo mismo sucede con los investigadores de Naciones Unidas que examinan los abusos contra los derechos humanos en Corea del Norte. El mes pasado, una Comisión de Investigación oficial de la ONU proclamó el “escandalizado” testimonio de las “extendidas y graves violaciones” contra los derechos humanos de su pueblo por parte del régimen de Pyongyang. Pero ¿qué es más perturbador, los detalles conocidos desde hace tanto tiempo de la brutalidad de Pyongyang o que sólo ahora vaya a investigarla la ONU?