El pavoneo político en torno a la retención de fondos está siendo vergonzoso. Como describió Bob Woodward en su libro The Price of Politics (El precio de la política) la presente crisis no fue producto de la ineptitud o de unas prioridades erróneas (¿quién habría pensado que ahora esos serían considerados como males menores?)
Desde 1947, Estados Unidos se ha mantenido como el poder aéreo dominante de los cielos del mundo. Pero la nación se encuentra ahora en un momento crucial. Si el Congreso no revoca las reducciones presupuestarias de la administración, se pondrá en riesgo el poder aéreo de Estados Unidos. Y la seguridad nacional descansa en la continua capacidad de nuestras fuerzas en tierra, mar, aire, el espacio y el ciberespacio. Por tanto, no nos podemos permitir que ninguna de estas fuerzas desaparezca.
La presencia militar de Estados Unidos en Europa disuade a los adversarios de Estados Unidos, fortalece a los aliados y protege los intereses de Estados Unidos, por lo que si Estados Unidos reduce el número de estas tropas lo haría asumiendo un gran riesgo. Estados Unidos puede proyectar poder y reaccionar a los imprevistos gracias a las capacidades militares de sus bases avanzadas en Europa. Por lo que reducir estas capacidades sólo debilitará a Estados Unidos en la escena mundial.
Grupos de manifestantes irrumpieron hoy en la Embajada de Estados Unidos en Yemen e incendiaron el edificio. Al igual que hizo la turba del martes en Egipto, derribaron la bandera americana. También están circulando informes de una protesta espontánea hoy en Teherán con alrededor de 500 iraníes cantando “Muerte a Estados Unidos”. Mientras tanto, un antiguo mentor de Osama bin Laden pidió a sus seguidores que imitaran lo sucedido en Libia y Egipto.
Una de las escenas que más llama la atención de la película 2016: Obama’s America es la que muestra la cumbre nuclear del presidente del año 2009. La idea que estaba detrás de la cumbre era que si Estados Unidos lideraba al mundo con la reducción de su arsenal nuclear, otros lo seguirían. Estaríamos creando una igualdad de condiciones, creando un mundo en el que muchos países tendrían el mismo poder y llegaríamos finalmente, según Obama, a un “mundo libre de armas nucleares”. Por supuesto, el presidente también prometió que revertiría el calentamiento global y que frenaría la subida del nivel del mar.