El matrimonio es la piedra angular de toda la civilización humana. Todos los americanos, especialmente los conservadores, deberían respetar esta institución fundamental de la sociedad civil. Es por eso por lo que 41 estados y el gobierno federal afirman que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
Estados Unidos es un país que da generosa ayuda exterior a países y organizaciones del globo. El Gráfico de la Semana ilustra la coincidencia de voto de Estados Unidos con los 30 principales receptores de ayuda exterior. Aunque votan mayoritariamente en contra de la posición americana, estos países continúan recibiendo ayuda para el desarrollo como si nada hubiera pasado y los votos no significaran nada.
Los americanos que luchan en defensa del matrimonio en Estados Unidos tienen mucho que aprender de los franceses. El movimiento promatrimonio francés ha obligado a un debate nacional sobre la redefinición del matrimonio. Ha cambiado la opinión pública sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo: la mayoría se opone ahora al mismo. Y ha creado un respaldo del público en general y ha atraído a muchas personas que no son ni conservadoras ni religiosas.
Ayer, el presidente Obama nombró a un nuevo embajador en Libia para suceder a Christopher Stevens, que fue asesinado en el atentado terrorista de Bengasi del pasado 11 de septiembre. Seis meses después de ese atentado (y dos investigaciones federales más tarde) seguimos disponiendo de una cantidad de información alarmantemente escasa sobre el suceso.