Autoridades locales y estatales, junto con grupos de presión, están promoviendo las políticas de la Agenda 21 a todos los niveles del gobierno. Y es ahí donde se debe frenar el crecimiento inteligente. No es sólo asunto de oponerse a la implementación de la Agenda 21 a nivel nacional, sino que también es proteger nuestras comunidades de una amenaza doméstica.
En marzo de 2011, una corte cubana declaró a Gross culpable del absurdo cargo de “actos contra la independencia o la integridad territorial del estado” de Cuba y lo condenaron a 15 años de prisión. Gross no fue ni es espía o agente de subversión. El propósito de tan cruel sentencia punitiva fue enviar un mensaje claro del régimen de Castro a los que sueñan con verdadera libertad en la isla.
Chávez y compañía finalmente tendrán éxito clavándole un puñal en el corazón a la OEA. En pocas palabras, según un editorialista pro-democracia, “es probablemente seguro asumir que el 2 de diciembre, la anti-OEA será fundada, una organización que se pondrá en marcha sin una Carta Democrática Interamericana y sin una Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
La Solución Tarjeta Roja no propone que los inmigrantes ilegales obtengan una “vía a la ciudadanía”, de hecho, hace todo lo contrario. Cita el hecho de que muchos inmigrantes ilegales no son en realidad inmigrantes ya que muchos de los llamados inmigrantes ilegales no están en Estados Unidos buscando obtener la ciudadanía o estatus de residente permanente, sino que están en el país solo para trabajar, lo que los convierte en trabajadores ilegales temporales, más que cualquier otra cosa. El plan Krieble busca crear vías separadas para hacerle frente a la población extranjera.