En una conferencia de prensa el miércoles, el presidente Barack Obama prometió hacer decidida y resueltamente algo que ningún presidente ha hecho antes, tomando medidas “sin precedentes” para reducir la maraña de reglamentos y normas que está ahogando a las empresas y provocando el anémico crecimiento de empleo en América. Ciertamente es una buena idea, pero el único problema es que, a pesar de la alegación que hace el presidente, su valerosa nueva idea no es tan novedosa y, de hecho, él es gran parte del problema. Las regulaciones del …
Aunque Estados Unidos no tuvo una fundación cristiana en el sentido de la creación de una teocracia, su fundación fue profundamente moldeada por verdades morales cristianas. Más importante aún, creó un régimen que daba la bienvenida no sólo a cristianos sino también a los practicantes de otras denominaciones religiosas.
Gracias a los sacrificios y la valentía de esa gente y de los que defienden este país con sangre, es posible disfrutar de libertades y oportunidades en Estados Unidos. Es precisamente por eso que tenemos que apreciar y defender la libertad. Sólo así podremos asegurar que futuras generaciones de americanos tengan la fortuna como nosotros en vivir en este hermoso país.
Tras las elecciones de noviembre, cuando el partido del presidente Obama perdió el control de la Cámara , Obama dijo a América que donde no pueda legislar, regulará administrativamente. Y ese parece ser el modus operandi de la administración: si el Congreso se rehúsa a acatar la agenda de Obama, el mecanismo burocrático del presidente hará sus propias leyes.
Los principios fundacionales en los que se basa Estados Unidos deben guiar tanto su política exterior como interior. Por supuesto, los principios no dictan políticas precisas y no se manifiestan en la misma forma fuera que dentro. Esto es porque América es una nación de leyes que asigna al gobierno federal poderes amplios pero limitados.