Los principios enunciados en la Declaración de Independencia son las normas por las que todos los gobiernos (no sólo del gobierno de Estados Unidos) deberían ser instituidos y juzgados. Estados Unidos es la única nación que se cimienta explícitamente en los principios de la igualdad humana y los derechos naturales, pero estos principios son aplicables a todos los hombres y a todos los tiempos, como dijo Lincoln.
Decía Calvin Coolidge que hay un carácter definitivo en la Declaración: “Si todos los hombres son creados iguales, eso es definitivo. Si están dotados con derechos inalienables, eso es definitivo. Si los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados, eso es definitivo. No hay avance, no hay progreso que se pueda hacer más allá de estas propuestas”.