Pocas traducciones causan tanta controversia y confusión como al tener que referirse a la palabra billón.
Hay todo tipo de opiniones en la red, desde las conspiranoicas acusando a los gringos de querer engañar a la gente, pasando por las que afirman con rotundidad que un billón tiene 6, 9 o sabe Dios cuántos ceros más, hasta las más elaboradas que explican con lujo de detalle lo que un billón verdaderamente significa en el mundo de habla hispana.
Cuando el presidente Franklin D. Roosevelt ratificó la ley del Seguro Social el 14 de agosto de 1935, se refirió a ella como “una ley que proporcionará cierto grado de protección al ciudadano promedio y a su familia frente a la pérdida del puesto de trabajo y a una vejez atormentada por la pobreza”. Pero el actual Seguro Social es una cosa totalmente distinta.
El presidente Obama dio el pasado día 30 de julio el segundo de su serie de discursos de verano sobre economía. Como en el primero de la semana anterior, recicló varias políticas de actuación antiguas que ya había presentado antes. La única normativa nueva de interés fue otro intento por presentar lo que él denominó una “gran oferta”.