Obamacare lleva al sistema de salud de Estados Unidos en la dirección equivocada al socavar la relación entre médico y paciente, centralizar el control y aumentar los costos médicos. Una verdadera reforma del sistema de salud facultaría a las personas, junto con sus médicos, para que tomaran sus propias decisiones respecto a su atención médica sin la interferencia del gobierno. Por tanto, se debería frenar Obamacare y derogarla totalmente. Posteriormente, el Congreso y los estados deberían promulgar reformas de libre mercado y centradas en el paciente para dar un mejor servicio a los americanos.
¿Sabía Ud. que hay 34 millones de formas diferentes de hacer una pizza de Domino’s?
Mary Lynne Carraway no las puede poner todas en su menú. Pero eso es lo que Obamacare le dice que tiene que hacer: Colgar un cartel con el menú en cada uno de sus 60 establecimientos de Domino’s que les diga a la gente la suma de calorías de cada posible combinación. Aunque por supuesto, toda esa información ya está disponible en Internet.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) hicieron pública el pasado día 13 la guía para los comisionados de seguros estatales que están poniendo en marcha el “arreglo” del presidente Obama, destinado a las personas que están perdiendo sus seguros por culpa de Obamacare. Pero éste no sólo viola de forma explícita el texto de Obamacare, sino que también plantea la posibilidad de que las compañías de seguros tengan acceso a una nueva fuente de fondos de rescate.
Vaya catástrofe en la que se ha convertido la implementación de Obamacare. La Fundación Heritage ya había advertido, desde que se votó esa ley, sobre lo imposible de su implementación. La ideología pudo más que el empirismo y los resultados de semejante quimera ya están aquí: Millones de americanos están perdiendo sus planes médicos porque alguien desde Washington dijo que esos planes no eran lo suficientemente buenos. Y ése es sólo uno de los problemas de Obamacare.