El presidente Obama estará de visita en Ciudad de México desde hoy hasta el 4 de mayo, donde se reunirá con su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto.
Ambos líderes políticos han dejado claro que quieren cambiar de conversación y no dejar que la violencia desbocada y la persistente crisis de seguridad en México, que se ha cobrado más de 60,000 vidas desde 2006, dominen los titulares.
Financiar una fuerte defensa nacional es necesario para proteger la soberanía y los intereses de Estados Unidos. El Congreso debería trabajar para restablecer la financiación necesaria para la seguridad de modo que las fuerzas armadas de Estados Unidos puedan cumplir con su misión de proteger y defender al pueblo americano.
Según una encuesta de principios de este año, los votantes tienen una opinión más elevada de las cucarachas que de los congresistas. La popularidad personal del presidente Obama se mantiene sólida, pero el índice de aprobación de su trabajo está bajando. Entonces, ¿por qué son tan impopulares nuestros responsables electos?
Las noticias nos traen la novedad de que los miembros del Congreso quieren una dispensa para no tener que cumplir con los requisitos del sistema especializado de seguro médico que impone la malhadada ley de salud, más conocida como Obamacare. Pues, así como lo está leyendo. Mientras nos obligan a todos los demás a cumplir con diversos requisitos onerosos, la clase política parece estar dispuesta a auto-conferirse un tarjeta “Salga de la cárcel gratis” para poder librarse de la pesadilla obamita.
Con todo lo sucedido esta semana, poco tiempo hemos tenido para reflexionar que el lunes 15 de abril fue el Día de la Declaración de Impuestos, fecha límite para que los americanos paguen sus impuestos correspondientes al año anterior. También esta semana, el jueves 18 de abril, fue el Día de la Liberación Fiscal que marca la fecha en la que, como nación, hemos trabajado hasta ganar finalmente el dinero suficiente para pagar la factura de todos los impuestos locales, estatales y federales del año.