Se suponía que el debate de anoche entre el presidente Obama y el exgobernador Romney se iba a centrar en la política exterior. En cambio, se transformó en una conversación sobre temas muy diversos, desde Medio Oriente a los profesores americanos.
Este debate presidencial entre el presidente Barack Obama y el exgobernador Mitt Romney es probablemente el que menos interese al público porque la mayoría siente que los asuntos de política exterior les quedan lejos – y los candidatos lo sabían, por eso se dedicaron a salpicar el debate con detalles sobre política doméstica. No obstante, el debate fue muy importante porque resalta la diferencia entre dos formas de ver el papel de Estados Unidos en el mundo. Y es de destacar que la gran nación americana no debe dejar …
BOCA RATÓN- Hoy lunes, la Fundación Heritage, la Iniciativa Libre y la Unión Conservadora Americana, organizaron un foro de debate y pre-panel con líderes de la comunidad hispana y el movimiento conservador en anticipación al tercer y último debate presidencial de 2012. El evento se centró en la previa del debate pero también en una serie de asuntos políticos de actualidad.
Esta noche, el debate final entre los candidatos presidenciales se centrará exclusivamente en política exterior. El moderador Bob Schieffer anunció que los temas serán: “El papel de Estados Unidos en el mundo”, “Nuestra guerra más larga: Afganistán y Pakistán”, “Las líneas rojas: Israel e Irán”, “El cambiante Medio Oriente y la nueva cara del terrorismo” y “El auge de China y el mundo del mañana”.
El tercer debate presidencial entre Mitt Romney y Barack Obama tendrá como eje principal la política exterior. La prensa, en su mayoría, alineada con el actual mandatario, sugiere que este es el punto fuerte de Obama por dos cuestiones que consideran fundamentales. La primera es la muerte del terrorista Osama bin Laden y la segunda es la supuesta falta de experiencia de Romney en asuntos de política exterior.
Un verdadero defensor del mercado libre no atacaría a los ricos diciendo que ellos, de alguna manera, están aprovechándose del resto de nosotros (por no hablar del hecho de que los más ricos que pertenecen a ese 1% de americanos ya pagan casi el 40% de todos los impuestos federales sobre ingresos), como lo ilustra El Gráfico de la Semana.
